Élite por elección

Outsourcing de personas

Transformando la gestión del talento en tu empresa

Cuando inicié mi actividad como consultora, ofrecía a mis clientes la posibilidad de contar con un departamento externo de formación y desarrollo, brindando la flexibilidad de disponer de expertos que realizaran un análisis de necesidades, el diseño de contenidos, su impartición e incluso parte de la gestión administrativa.

A medida que los clientes conocían mejor mi trabajo, comenzaron a ver que podía aportar mucho más. Poco a poco, fui asumiendo nuevas funciones, como la evaluación de la idoneidad de candidatos y su integración en el equipo, la dinamización de reuniones internas, la organización de team buildings e incluso el diseño de procedimientos internos en distintas áreas de la empresa. De esta manera, fui asumiendo cada vez más responsabilidades dentro del área de Personas.

Fue entonces cuando me di cuenta de que podía ayudar a pequeñas y medianas empresas que no cuentan con la estructura suficiente para gestionar un departamento de Recursos Humanos o, mejor aún, de Relaciones Humanas. Esto me ha llevado a convertirme en el área de Personas de varias organizaciones, facilitando todas aquellas funciones que las empresas no tienen capacidad de asumir por sí mismas.

Poner a la persona en el centro para transformar la empresa

Mi enfoque parte de una premisa clara: las empresas crecen cuando sus personas crecen. Por eso, mi labor no se limita solo a la gestión del talento, sino que implica transformar culturas organizacionales, construir relaciones sólidas y generar entornos que permitan a cada persona desplegar todo su potencial.

Un caso típico de outsourcing del área de Personas es el de una empresa que empieza a notar ciertos síntomas de estancamiento:

Ante esta situación, realizo un análisis exhaustivo y propongo una estrategia de mejora y transformación, asumiendo la gestión de las Relaciones Humanas durante un período determinado. El outsourcing tiene una duración flexible, entre XX y XX meses, dependiendo del nivel de transformación que la empresa necesite para consolidar una nueva forma de trabajo centrada en las personas.

Un traspaso estratégico para asegurar la continuidad

Una de las claves de mi propuesta es que no solo gestiono el área de Personas, sino que también aseguro su continuidad dentro de la empresa. En la fase final del proyecto, integro el área de Personas en la estructura interna, formando a un responsable interno que asumirá el liderazgo de la gestión del talento.

Este rol puede ser asumido por alguien que ya forma parte de la organización y ha demostrado tener el «Toque Humano» necesario, o, en caso de que no haya un perfil idóneo dentro del equipo, busco y selecciono a la persona adecuada, garantizando su encaje tanto a nivel técnico como humano.

Mi objetivo no es solo ofrecer soluciones, sino crear un impacto duradero en las empresas, ayudándolas a gestionar su talento de manera estratégica, humana y efectiva.

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